Supongo que el camino de las personas perdidas siempre aguardan encontrar una dirección, coméntame cada una de las señales del camino, todavía no he aprendido a leer el mundo.
Es parecido a respirar la sensación de buscar, como quien entiende tantas infinitas huellas que no sabe cual prefiere adoptar. Seré como esos monstruos del camino, esos que todo el mundo espera espantar en los sueños profundos en fase rem. Nunca prometieron tus alas de murciélago ningún juramento al reloj, tiene que ser algo que imaginé mientras la luna ilumina historias que olvidaremos el mes que viene.
Esta es la mera existencia humana, aprender a bailar o a escribir, con la suerte de permanecer viva más de lo que el organismo promete; todas las noches se esconde el sol, quien sabe si mañana amanecerá.
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