Cuál será nuestro signo del zodiaco.



Han  caído dos nuevas gotas de agua, parece que el cielo de Madrid va a volver a llorar. Me he encontrado inesperadamente en la superficie de tu reflejo, y me he reconocido por fin en el viejo espejo de mi habitación. Yo que siempre pensé haberme perdido entre sabanas desconocidas, que perdí la vida por otros momentos, que con un insoportable y agonizante dolor creí haberme abandonado en las curvas del miedo, entre vacío de no entenderlo.
Y, sin embargo, aquí en esta común parada de tren, me he entendido en tus manos. Quien eres, desconocido, que conoces mi alma; que me ha hallado súbitamente entre la pérdida y la rotura, que me ha encontrado en el desperdicio de las inconexas partes de un puzle que ya no era capaz de entender.
En el latido febril de este muerto corazón ardiente, volvió a sonar esta nueva canción que ya no he conseguido parar en ninguno de los vivos segundos que han pasado desde entonces; desconozco de quien son los pies que han aprendido a danzarme, solo me encuentro en tu memoria constantemente grabándome, como si tuviera sentido alguno que me quisieras en estos breves momentos, que jamás encontraran otro sentido semejante.
He cantado otras canciones muy distintas, jamas pensé encontrarme en estos eufóricos versos; que la piel erizada encontrara su hábitat, el largo cabello danzante al ritmo del amigo viento. Y súbitamente no me conozco en otro estado.
Alcohol en vena me atrevo a besarte el alma, y las brillantes luces de este lugar creo que me recuerdan a la luna, creo que me recuerdan a mí. Que nos llueva salvajemente el alma durante horas, que se nos caiga el mundo y lo levantemos con el meñique. Este instante es infinito, y contigo me creo invencible. Me dan vergüenza los acordes bien sonantes de esta nueva dimensión, yo siempre he sido de intervalos séptimos. No he encontrado otro lugar en el planeta donde quisiera sonar de esta manera, y sin embargo, mis zapatos de cristal no dejan de moverse jubilosamente sobre esta capa de hielo. Pareces un sueño, como si hubieras sido un deseo de un ser querido; a veces dudo si quiero seguir marchando en dirección contraria.
Podemos fingirnos entre otras dimensiones; solo dos tiburones, cuál será nuestro signo del zodiaco. Seremos dinamita en esta explosión; pues el mundo solo sabe hablar, mientras todo parece no existir observo tu mirada intentando entenderse con la mía. 

Comentarios