Hoy ha venido alguien y ha hecho lo que tu siempre solías hacer, y he pensado que debería avisarte.
He pensado que deberías saber que las estrellas de mi interior han vuelto a lucir, aunque tú las hubieras apagado hace casi años.
He vuelto a reír para llamar la atención de alguien y ese alguien no eres tú, y sentí que tenías que saberlo.
Igual que tienes que saber que el mismo corazón se me ha vuelto a acelerar y la cabeza a pensar en un millón de teorías, algunas dañinas, otras tan bellas como cuando se trataba de ti.
Aunque no tengo por que, siento la necesidad de decirte que se ha vuelto a encender la esperanza y el miedo en mí, que he vuelto a sentir vida al cruzar miradas y que siento un par de ojos posados en mí, como cuando tú estabas aquí.
Deberías saber que no es lo mismo, que es mejor, porque yo soy mejor y porque esa persona no eres tú.
Sabías que pensé que esto no me ocurriría, que me quedaría atascada en ti y cuando hubieras pasado no saldría de allí. Mas no pasó ninguna de aquellas cosas, pues salí de ti y ahora tengo la necesidad de decirte que no eres el único que puede provocar dichas emociones en mí.
Hoy ha venido alguien, y ese alguien no eres tú, mas me ha hecho sentir así, como tu me hacías sentir.
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