Ha sonado la puerta, como tantas veces ha sonado en este último año, y he ido a abrir. Pero cuanta ha sido mi sorpresa cuando, en vez de encontrarme con cualquiera, has sido tú quien estaba al otro lado.
Y el tiempo se ha detenido y los segundos han retrocedido meses atrás.
Has vuelto. Cómo quién vuelve a casa, a donde se sentía seguro. Has vuelto a encender todo que me hacía feliz, como a apagar todo lo que parecía interesarme ahora.

Los latidos de mi corazón han vuelto a resonar en mis oídos, que llevaba meses callado y yo, que ya había perdido la esperanza de volver a escucharlo, he vuelto a sentir paz dentro de la angustia
Has vuelto para recordarme que sigo viva, te quedes o no, que estoy aquí todavía, pisando el planeta que hace días parecía nuestro y desde que te fuiste parecía muerto.
Has vuelto para alejar de mí todo aquello que yo siempre te dije que no quería y que hasta ahora había olvidado.
Has vuelto para recordarme quien soy, quien quiero ser y quien puedo llegar a ser.
Estas aquí, ahora, al otro lado de la puerta, con una nueva vida, pero estas aquí, haciéndome sentir otra vez exactamente así, exactamente como hace meses, tan libre, fuerte, admirada y poderosa. Estas aquí para darme ese poder que parecía haber olvidado que tenía.
Y mientras suena de fondo esa melodía, yo sonrío, para volver a ti, tal y como tu has vuelto a mí y así devolverte todo lo que tu vuelta me da.
Y como en una danza que parece eterna, pero es tan frágil como la última vez que nos vimos, la vida parece perderse y todo lo que nos rodea y lo que nos ha rodeado siempre desaparece, solo nuestros sueños y almas, que son lo mismo, danzan acompañados de esa bella melodía, apagando y encendiendo en la vida del otro emociones, con tanta libertad como si fueran las nuestras propias.
❤❤💞
ResponderEliminar