Despertar un día a tu lado, desayunar corriendo, salir hacia el aeropuerto a máxima velocidad cargando con las maletas.
Coger el primer avión que nos venga en gana, gritar al despegue y al aterrizaje y mientras comer y reír durante un rato largo.
Llegar a nuestro destino y darnos cuenta de lo lejos que estamos al mirar un mapa del mundo.
Sin importancia ni preocupación dar una larga vuelta por el lugar, llegar a un hotel cualquiera de noche, que no halla habitaciones para nosotros y seguir buscando hoteles mientras reímos viendo las luces del lugar.
Alojarnos en un apartamento cutre, sentir nuestra respiración y abrazarnos cuando las luces se apagan.
Levantarnos a las cinco de la mañana y estar en la calle a las seis.
Coger un tren a otra ciudad diferente, respirar otro aire, coger miles de metros, que me des la mano cuando me arrastra la multitud.
Ver la grandiosidad de los bellos edificios, el silencio de los parques, los miles de idiomas en una misma calle...
Coger el primer avión que nos venga en gana, gritar al despegue y al aterrizaje y mientras comer y reír durante un rato largo.
Llegar a nuestro destino y darnos cuenta de lo lejos que estamos al mirar un mapa del mundo.
Sin importancia ni preocupación dar una larga vuelta por el lugar, llegar a un hotel cualquiera de noche, que no halla habitaciones para nosotros y seguir buscando hoteles mientras reímos viendo las luces del lugar.
Alojarnos en un apartamento cutre, sentir nuestra respiración y abrazarnos cuando las luces se apagan.
Levantarnos a las cinco de la mañana y estar en la calle a las seis.
Coger un tren a otra ciudad diferente, respirar otro aire, coger miles de metros, que me des la mano cuando me arrastra la multitud.
Ver la grandiosidad de los bellos edificios, el silencio de los parques, los miles de idiomas en una misma calle...
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